Seguridad del paciente en salud mental
En la década actual, la inquietud por mejorar la calidad asistencial se focaliza sobre todo, en la seguridad clínica del paciente. La seguridad del paciente constituye un importante indicador de la calidad asistencial, y su mejora representa una prioridad para los servicios sanitarios. Los errores y la falta de calidad redundan en perjuicios para usuarios y profesionales y aumentan los gastos sanitarios.
Para conseguir dicha mejora es esencial promover, crear y mantener una cultura de seguridad positiva en las organizaciones.
Nos encontramos con una combinación compleja de procesos, tecnologías e interacciones humanas, y todo ello implica una mayor probabilidad de eventos adversos atribuibles a diversos factores.
Esta complejidad aumenta en los servicios especiales como puede el de salud mental: en estos servicios se requiere especial atención en cuanto a la seguridad de sus procedimientos y estructuras asistenciales.
Los usuarios de los servicios de salud mental, especialmente aquellos que se encuentran en situación de psicopatología aguda, son especialmente vulnerables a un gran número de riesgos potenciales. Estos riesgos pueden derivarse de su propia conducta, del comportamiento de otros pacientes o de los procedimientos y cuidados que reciben.
El progreso hacia un sistema sanitario más eficiente y seguro exige generar y compartir con los pacientes y sus familiares un entorno de confianza y corresponsabilidad, implicando a la persona en su seguridad.
La seguridad del paciente es un reto de toda la organización, la cohesión del equipo y la capacidad de liderazgo son las piezas claves en la prevención de riesgos y en la reducción de las secuelas de los potenciales incidentes. Los equipos deben aplicar herramientas que les permitan conocer los factores y situaciones de riesgo (Mapas de riesgos) y participar en el establecimiento de estrategias de intervención en seguridad del paciente.
La formación de los profesionales sanitarios en seguridad del paciente es clave para mejorar la cultura de la organización y aportar conocimientos y habilidades en la detección, prevención y control del daño que la asistencia sanitaria puede ocasionar a los pacientes.