Soporte Vital Básico pp
Según los expertos de Consejo Europeo de Resucitación (ERC) calculan que, cada año, cerca de un millón de europeos sufren un episodio de muerte súbita. Un 82% de estas muertes súbitas, producidas fuera de los hospitales, se debe a enfermedades cardiacas, principalmente al Síndrome Coronario Agudo. El 60% de las personas que mueren de enfermedades coronarias lo hacen de forma repentina. La mayoría de estos episodios de muerte súbita de origen cardiaca se produce por arritmias ventriculares (fibrilación ventricular y taquicardia ventricular) cuyo único tratamiento es la administración al paciente de una descarga de desfibrilación. Sin embargo, la probabilidad de que una descarga de desfibrilación consiga interrumpir la arritmia y recuperar al paciente es menor cuanto más tiempo transcurre desde que el paciente sufre la arritmia hasta que recibe la descarga. Se calcula que por cada minuto de retraso se reducen en un 10% las posibilidades de sobrevivir. Por el contrario, cuando la descarga de desfibrilación se aplica durante los tres primeros minutos de paro cardiaco el porcentaje de pacientes que recupera el pulso puede ser de hasta el 75%.
Por eso se considera a la desfibrilación semiautomática (DEA) como el mayor avance jamás conseguido dentro de las Técnicas de Soporte Vital.
Se hace imprescindible hacer llegar la formación en SVB a cuantos más colectivos profesionales que se encuentren en contacto día a día con numerosas personas, pues eso hará posible salvar gran número de vidas, no solamente profesionales de la salud. Ya hay evidencia de que la formación en SVB en colegios, polideportivos, grandes almacenes, etc. están resultando fundamentales a la hora de reconocer y tratar este tipo de paciente que, por otro lado, puede surgir en cualquier lugar y en cualquier momento.
Definimos parada cardíaca o parada cardiorrespiratoria (PCR) al cese brusco, inesperado y potencialmente reversible de la circulación y de la respiración espontánea, e implica el cese de la actividad mecánica del corazón. El PCR recuperable debe diferenciarse de la detención de funciones vitales que tiene lugar en el proceso de muerte natural como consecuencia del envejecimiento biológico o de la evolución terminal de una enfermedad. La reanimación cardiopulmonar (RCP) es un conjunto de medidas destinadas a revertir el estado de PCR, sustituyendo primero, para intentar restaurar después, la respiración y la circulación espontáneas, con el objetivo fundamental de recuperar las funciones cerebrales completas. El término “soporte vital” (SV) amplía el concepto clásico de RCP, incluyendo no solo las maniobras de soporte ventilatorio y circulatorio, sino también las medidas de prevención del PCR, la alerta a los servicios de emergencia y la intervención precoz (apertura vía aérea, posición lateral de seguridad…). En función del material disponible y de los conocimientos y habilidades necesarias, tenemos dos tipos de soporte vital: básico (SVB) y avanzado (SVA).
La actualización AHA 2019 no hace ningún cambio en cuanto al manejo y la secuencia en el SVB, tanto en el adulto como en el niño. Únicamente introduce la necesidad de que el operador telefónico en emergencias tenga la formación adecuada para poder guiar al reanimador de una forma eficaz.
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